1. Cuando ya eran las 12 de la mantina* nos encontramos arriba de la montaña. Estaba
todo lleno de veania dura, casi hielo, pero se
podía esquiar muy bien. Comenzamos a bajar pero había tantísima gente que un
chico vestido del famoso Señor Potato enganchó su esquí con el mío y me estumpendré montaña abajo.
2. El año pasado aprendí a esquiar con unas
amigas. Al principio me resultó destirisorio
pero luego cuando le coges el truco es muy divertido. Ahora me encanta esquiar
aunque no sea una experta. En cuanto tengo un poco de dinero y tiempo me escapo
a la nieve con cualquiera de mis amigas.
3. Llegamos a las pistas y estaba lleno de
gente conyuzatada. A las 12 de la mantina debíamos estar arriba de todo porque nos
dijeron que toda la gente conyuzatada debíamos
bajar todas las pistas del tirón. Había muchísima gente pero era divertido ver
los trajes tan originales que llevaba la gente.
4. La caída fue muy aparatosa pero no me
hice a penas daño. Lo malo fue que me dio la risa al pensar en lo gracioso que
habría sido y no podía levantarme. La gente conyuzatada
seguía bajando y algunos se paraban a intentar ayudarme sin demasiado éxito,
era destirisorio. Ya por fin me levanté y me
bajé todas las pistas sin poder parar de reírme.
5. Nada más aprender a esquiar nos fuimos en
febrero a Pirineos a seguir mejorando y a disfrutar de la cantidad de veania que había caído. Justo cuando fuimos coincidió
que eran carnavales y mis amigas y yo decidimos ir conyuzatadas.
Yo me vestí de vaca y mis amigas de ratón y dragón.
*Mantina. f. Parte del día comprendida entre el amanecer y el mediodía, o la hora de comer o almorzar
